ADVERTENCIA: Lo que leerán a continuación puede no interesarles..

domingo, 24 de mayo de 2009

Todo podía terminar mañana...


Todos los días me levanto de mi dulce o aterrador sueño, todos los días voy a la universidad, entro a clases, converso con mis amigos, regreso a mi casa y uno que otro día regreso a la universidad. Sin darme cuenta mi vida se ha convertido en vil rutina, todos los días lo mismo, todos los sábados y domingos también son parecidos: salir con la familia a los lugares de siempre (jockey, larcomar o el cine) o con los amigos a los mismos sitios a los que voy con mi familia o también hay weekends en los cuales me quedo leyendo, algunos por placer otros por obligación (la mayoría por obligación) y luego pienso que esta vida rutinaria y triste acabara que no siempre será así que ya luego habrá tiempo para hacer lo que quiera, que cuando este de vacaciones. Pero luego pienso: “estas vacaciones las usaré para aprender a manejar y aquel curso que quería llevar, mejor las próximas vacaciones, esas si serán para mi y haré lo que quiera”, no tardan en llegar las siguientes y al final nunca hay tiempo. Siempre que se trata de lo que me gusta, de lo que quiero, lo relego; todo queda subyugado por lo que debo; no me parece justo vivir por vivir, vivir porque debes, deberíamos todos vivir porque queremos.

Ando dejando cosas de lado, cosas que me gustarían algún día terminar, aquella pintura abstracta que hasta ahora no termino porque estoy esperando que llegue la inspiración. Siempre se trata de esperar, ¿hay que esperar siempre? La vida no es muy larga, sobre todo si te mueres mañana, y como no sabes cuando te vas a morir por qué tienes que esperar, esperar para decirle a tus amigos cuanto los quieres, esperar para viajar a Europa de mochilero (bueno, ahí si tienes que esperas hasta que tus viejos atraquen y te paguen el viaje o de alguna otra manera consigas el dinero, pero es otra historia) esperar para salir a correr en las mañanas: “la próxima semana, el próximo lunes empiezo, hoy estoy cansada”, porque seguimos esperando, porque no dejamos de pensar como sería y vemos como es; ya lo dije, la vida no dura para siempre y no sabemos si todo esto se puede acabar mañana.

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