Quien no ha tenido en toda su vida una clase aburrida, difícil o fácil, que nos hace despegarnos del salón y de nuestras carpetas y volar hacia el sueño más profundo o simplemente hacia un pensamiento totalmente incompatible con las palabras que el profesor está diciendo. Nos suena familiar ¿verdad? Bueno pues, y también a quien no le ha tocado un profesor que se enaltece rebajando a los demás, como toda persona que no puede conseguir logros por ella misma, necesita de otros para lograr sentirse mejor. En este caso la dinámica es esta: el profesor (malo por naturaleza, esa maldad puede ser entendida en cualquier sentido) se expresa de sus colegas del curso con desdén, aclarando que él es el mejor del área y que si estuvieran llevando esa clase con otro quizá jamás serían buenos en el tema, peor aún, no serán buenos en nada. Este profesor malo, es en realidad malo porque necesita ensuciar el prestigio de los demás para hacerse bueno. Comienza hablando mal del otro profesor, diciendo que como el otro enseña fácil entonces NO SABE ENSEÑAR, ¡que incongruencia más grande es esa! Que como el otro no deja lecturas de difícil comprensión que casi no comprenderás por mucho que te esfuerces y difícilmente las entenderás algún día en algún por cierto, aun ya con doctorado difícilmente encontraras el contenido realmente pobre de aquellas lecturas que no dicen fácilmente lo que es fácil, que dificultan el aprendizaje y no permiten el avance de los alumnos.
El buen profesor hace su propio prestigio mediante su buena enseñanza y metodología, no requiere de tirar lodo a los demás para convertirse él en el supuesto héroe que salvará a los alumnos del miedo al desconocimiento. El buen profesor enseña y deja que los alumnos aprendan, los guía por el camino, al principio enseñando y luego respondiendo a sus dudas provenientes de su propia investigación. El buen profesor no es el que presiona, el que temes, el que te aleja del mundo porque te tiene ahogado bajo su espesa niebla. Sabrás que con un buen profesor te sentirás como en una mañana de verano con el cielo limpio y libre porque estarás más cerca del conocimiento.
Así que aquí va mi consejo, no porque un profesor sea difícil significa que sea bueno, así que ten cuidado y no desconfíes de los profesores que parecen fáciles, porque saber enseñar en palabras que todos entiendan no significa desconocer el tema. Quien necesita tirar piedras a los demás para ser la única opción que queda abierta, no merece ser llamada una buena opción.
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