ADVERTENCIA: Lo que leerán a continuación puede no interesarles..

jueves, 4 de diciembre de 2014

Felicidad. Hasta dónde somos capaces de llegar para conseguirla?

Hay veces en la vida, donde nuestra felicidad o lo que creemos que nos hará felices entra en conflicto con nuestros valores, con los principios bajo los cuales hemos sido educados o bajo los cuales intentamos vivir.
El grado de corrección de cada persona varía según el caso concreto, pero en una misma sociedad, los parámetros serán los mismos, o siquiera muy similares (moral).
Nuestra felicidad o supuesta felicidad es más importante que aquellos valores? Qué tanto podríamos sacrificar para lograr ser felices, éticamente hablando? El cargo de conciencia, luego nos hará infelices? La respuesta será diferente en cada persona. Sin embargo, considero que hay casos donde no es posible anteponer nuestra felicidad. Esos casos son cuando terceros se vean afectados de forma negativa, sin intervenir directamente.
Finalmente, si queremos sacrificar nuestros valores, este sacrificio debería ser personal, no debería conllevar el sacrificio de otras personas que no lo hayan aceptado de forma directa. Esto debido a que quien se sacrifica de alguna forma entiende el sacrificio y lo acepta, esperando, en este caso, algún provecho; por el contrario, un tercero no podrá hacer este análisis, ni planear sacar alguna ventaja de la pérdida.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Sin saber que hacer

Estos últimos meses he estado viviendo en Chiclayo, hay mucho que contar sobre esa ciudad, pero en general me ha gustado bastante, el clima es genial, la gente me parece más relajada que aquí en Lima, lo cual me parece genial y todo lo demás es también genial. Por esas razones de genialidad, pensé que sería una buena idea quedarme a vivir en Chiclayo un año más y buscar un buen trabajo, seguir pasándola bien y luego regresar a Lima.
Bueno pues, por cosas del destino, llámese recoger mi título, tuve que viajar a Lima, un viaje súper improvisado en mi carro, con mi amiga, Karol. En fin, en esta corta estadía en Lima, que se ha alargado por cosas del destino también, he podido darme cuenta cuanto extraño Lima y a mi hermano.
Me he dedicado a visitar todo lugar vegano en Lima, no digo que haya podido visitar todos, pero he tratado de salir todo el corto tiempo que he estado aquí. Recomendaciones veganas: "raw café" en Miraflores, "la casa de Bea" en la Molina que sólo atiende los domingos. Súper buenazos :)
Mañana me toca partir, nuevamente; me voy dejando mi mundo aquí en Lima. Definitivamente no es fácil decidir en la vida...