El grado de corrección de cada persona varía según el caso concreto, pero en una misma sociedad, los parámetros serán los mismos, o siquiera muy similares (moral).
Nuestra felicidad o supuesta felicidad es más importante que aquellos valores? Qué tanto podríamos sacrificar para lograr ser felices, éticamente hablando? El cargo de conciencia, luego nos hará infelices? La respuesta será diferente en cada persona. Sin embargo, considero que hay casos donde no es posible anteponer nuestra felicidad. Esos casos son cuando terceros se vean afectados de forma negativa, sin intervenir directamente.
Finalmente, si queremos sacrificar nuestros valores, este sacrificio debería ser personal, no debería conllevar el sacrificio de otras personas que no lo hayan aceptado de forma directa. Esto debido a que quien se sacrifica de alguna forma entiende el sacrificio y lo acepta, esperando, en este caso, algún provecho; por el contrario, un tercero no podrá hacer este análisis, ni planear sacar alguna ventaja de la pérdida.