Por ello, no recomiendo la vagancia en abundancia, es mejor alternarla con trabajo que te haga sentir un poco esclavizado, un poco de estrés no hace daño a nadie. Todo con moderación!
Sin embargo, debo reconocer que esta etapa de vagancia en mi vida me ha dejado gratos recuerdos, los que no cambiaría por nada. Mi vida ha cambiado tanto y soy muy feliz por ello. Gracias a este tiempo de vagancia he conocido a gente demasiado genial, tengo a dos amigas geniales, que aunque me graben bailando la chilala, no cambiaría por nada. Así que no me puedo quejar para nada. Supongo que el próximo año cuando todo vuelva a la normalidad, extrañaré estos días de relax absoluto y a las personas con las que los compartí.