Para algunos navidad significa regalos, para otros una exquisita cena con grandes manjares que son capaces de deleitar cualquier paladar, para otros significa compartir. Les diré que significa la navidad para mí.
El 25 de Diciembre sería una fecha más en el calendario, pero hay una cena que lo adorna, está el árbol y las luces, las decoraciones, los regalos y los fuegos artificiales, eso es genial, no les digo que no.
El ambiente que se crea, la familia se reúne, los amigos, y hasta los que no son amigos, todo parece indicar un ambiente de armonía, todos están dispuestos a dar amor y a recibirlo, a ser felices. Yo les digo, para mi navidad es todo eso, sí, pero no es solo eso.
En realidad si vamos a elegir un día del año para querernos por qué ese día sería precisamente navidad, ¿por qué es una fiesta para nosotros?, ¿qué celebramos?. Analizando el origen de la palabra navidad, podemos ver que viene del latín, “nativitas” que significa nacimiento. Ah! Ya voy entendiendo, entonces, navidad se trata de un nacimiento, de qué nacimiento se preguntarán, pues es el nacimiento de Jesús.
Quién es Jesús, creo que ya todos lo sabemos o tenemos al menos una idea, pero nunca esta demás decir que Jesús es el hijo de Dios que vino a la tierra a mostrarnos el amor que Dios nos tiene. Como saben, a veces no basta con ver las maravillas en las que vivimos para darnos cuenta que no existe otra creación más perfecta y que esta solo puede ser obra de un ser superior, al que llamamos Dios.
Entonces, si navidad significa nacimiento, y para ser más exactos es el nacimiento de Jesús del que hablamos y no cualquier nacimiento, debemos celebrar a Jesús, antes que la cena y los regalos y los divertidos fuegos artificiales. Porque imagina, si fuera tu cumpleaños, ¿te gustaría que no te felicitaran a ti y tus invitados más se preocuparan por su comida y por su diversión y no en la tuya que eres el motivo de la celebración? (peor aún que llevaran regalos para ellos y ninguno te tocara a ti, esto sí que sería malazo, así sí que me arruinan el cumpleaños jaja).
No les digo que la cena y los regalos estén mal, pero sí les digo que no se olviden del cumpleañero en su propio cumpleaños. Si es una celebración, hay que celebrar, reunámonos, riamos, comamos, divirtámonos, pero no se olviden del porqué de esa celebración.
Muchos dirán, wait a second!, ¿cómo puedes saber que el 25 de Diciembre nació Jesús? Les respondo, obvio que no lo sé, nadie puede saberlo, pero es una fecha en la que lo celebramos, imagina que nadie sabe cuándo es tu cumpleaños, igual elegimos un día del año para celebrarlo así no sea ese el día en que naciste. Celebramos el nacimiento de Jesús, porque lo amamos, porque al igual que tus amigos te aman a ti, te visitan, se alegran, tratan de agradarte y alegrarte a ti en tu cumpleaños, nosotros intentamos hacer lo mismo con Jesús.
Ayer fui a la iglesia, me gusta ir porque puedo compartir con otros mi fe. Al igual que a muchos les gusta unirse a grupos a compartir su pasión por una banda o por los animes (etc.), a mi me gusta compartir mi fe en Dios y mi amor por él. En verdad, siempre he creído en Dios y siempre lo he amado, pero me di cuenta que últimamente lo tenía descuidado, al igual que al amigo que por falta de tiempo ya no vemos, así lo tenía, alejado, por falta de tiempo. Pero hace poco me di cuenta de que mi razón de existir es él; y como siempre digo según mi filosofía de vida “para hacer algo primero entiende la razón por la que la haces” entonces, eso aplicado a mi vida, si yo vivo por Dios y para él, cómo es posible que use mi tiempo para cualquier cosa (importante también), pero no tan importante como para el fin mismo de mi vida, no tiene sentido. Decidí así, retomar mi amistad, reafirmarla y decirle a ese gran amigo que no se me perdió el número, que aún lo tengo y que lo voy a llamar más seguido, tan seguido que fácil me compro un nextel, jajaja.
Algunos creen, como hasta hace poco yo creía, qué es suficiente creer en Jesús (y por tanto en Dios, porque quien creen en el hijo cree en el padre, lógico, ¿no?). Pero pensemos un poco, es suficiente aprender a hablar y no hablar, aprender a escribir y no escribir, aprender a caminar y quedarnos sentados, no tiene sentido, verdad? Si amas a Dios, porqué conformarte con saberlo, demuéstralo. Entonces, me di cuenta que no era suficiente creer, que no era suficiente creer que no hago el mal, sino que es necesario dar más, de superarme aún más. Creer está bien, pero hacer algo con esa fe, esta aun mejor, no hacer el mal está bien, pero hacer el bien esta mejor, ¿no creen?
¿Cómo hago el bien y cómo practico mi fe? Bien, pues esta pregunta sí que no es sencilla, pero bueno, les diré lo que es para mí. Practico mi fe hablando con Dios continuamente, como a un amigo al que le cuento mi vida, y lo segundo que hago tiene que ver con hacer el bien. En nuestro interior todos sabemos que es bueno, sabemos que cosa puede ser agradable que otros hicieran por nosotros, bueno yo creo que eso es hacer el bien. Entonces es simple, si vamos a nuestro interior y hacemos lo que nos gustaría que hagan para nosotros, estaremos haciendo el bien y si hacemos el bien estamos practicando nuestra fe. Porque lo que es bueno para Dios es bueno para nosotros, entonces por lógica si hago algo que es bueno para otra persona o para mí misma, esto es bueno ante los ojos de Dios también.
El papel de la biblia en todo esto me parece sumamente importante, porque aunque la he cuestionado mucho, me doy cuenta que el mensaje que manda me convence cada día más. La biblia es una enseñanza de vida, y aunque resulte increíble, hasta con el Derecho tiene que ver. Me doy cuenta que, en realidad, podemos usar la biblia para guiar nuestra vida en todo sentido. Entonces, usando el razonamiento que Dios me ha dado, y entendiendo que no puedo saberlo todo, pero que a alguna conclusión puedo llegar, no hay forma de encontrar en un libro información tan buena y tan duradera como aquella. No hay forma de que personas que vivieron hace tantos años atrás hayan podido escribir aquello, sin tener inspiración divina. No hay forma de que yo viva en un mundo tan genial, donde todo se conecta cual piezas de un complejo rompecabezas, en el cual cada pieza encaja exactamente en su lugar, en donde no falta ni una pieza, es realmente increíble. No hay forma de que encuentre respuesta más válida en mi vida.
Me pregunto, como es qué algunos pueden creer en tantas cosas pero no en Dios que se manifiesta permanentemente, sino mírate en el espejo o mira por tu ventana, ¿crees que puede existir creación más perfecta?, crees que eres una simple casualidad, una en un millón, y que todo lo que te rodea, toda esta perfección en el universo entero es pura casualidad, eso sí que me resulta increíble, pensar que toda la perfección y todo este magnífico funcionar del universo es una simple y pura casualidad.
Así que ya saben, navidad es Jesús. Y a los que no creen en él pero aún así celebran navidad, mmmm pues no sé qué decirles, pero no me parece lógico llamar navidad y celebrar navidad a un día cualquiera sin importancia. Así que si celebras, date cuenta del porqué. Siempre busca el porqué y encontraras la respuesta.